La normativa lleva la firma del presidente Javier Milei, del ministro de Economía Luis Caputo y del jefe de Gabinete Guillermo Francos.
De acuerdo al artículo 1 del decreto, el impuesto sobre los combustibles líquidos será de $10,523 para la nafta sin plomo y la nafta virgen. En el caso del gasoil, se aplicará un incremento de $8,577 correspondiente al monto fijo actualizado, al que se sumarán otros $4,644 por el gravamen de tratamiento diferencial.
En cuanto a los impuestos al Dióxido de Carbono (IDC), se incrementarán en $0,645 para la nafta y en $0,978 para el gasoil.
Según la normativa oficial, los impuestos a los combustibles deben actualizarse trimestralmente en función del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Sin embargo, el Gobierno había decidido postergar varias de esas actualizaciones para contener el impacto en los surtidores, lo que derivó en una pérdida de recaudación fiscal.
Vale recordar que, mediante el Decreto 770/2024, se habían aplazado las subas correspondientes al segundo, tercer y cuarto trimestre de 2024, así como las del primer trimestre de 2025. Todas esas actualizaciones comenzarán a regir a partir de septiembre, junto con los incrementos derivados del segundo trimestre de 2025.