El fallo, de más de 100 páginas, validó la escritura de compraventa firmada en 2004 y concluyó que la comunidad no logró acreditar pruebas suficientes de una ocupación ancestral continua sobre el predio. Según el juez, los informes antropológicos presentados “carecen de soporte científico” y los testimonios de los ancianos mapuches no tuvieron valor probatorio.
El litigio lleva casi dos décadas y se enmarca en la histórica disputa por tierras en Villa La Angostura y la Patagonia. En 2018, integrantes de la comunidad ocuparon el lote, lo que dio origen a la acción de reivindicación iniciada por el exbasquetbolista.
El abogado de Paichil Antriao, Luis Virgilio Sánchez, cuestionó la resolución al calificarla de “dogmática y arbitraria” y anticipó que apelarán ante la Cámara de San Martín. También advirtió que el caso podría terminar en la Corte Suprema.
Desde la comunidad, el vocero Florentino Nawel sostuvo que Ginóbili compró el terreno de buena fe, pero que fue “estafado” porque se trataba de tierras que forman parte del reclamo territorial mapuche.
Aunque la sentencia representa un fuerte antecedente en favor de los títulos privados, aún no está firme y la disputa continuará en instancias superiores.