La polémica surge tras la actualización de las dietas en la Cámara Alta: a partir de noviembre, los senadores percibirán un salario bruto superior a los $10,2 millones. Esto se debe a la actualización paritaria lograda por los trabajadores del Poder Legislativo, que impacta directamente en los haberes de los senadores, cuyas dietas se ajustan de manera paralela a los salarios del personal bajo convenio.