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“Queremos que todo lo que se donó se vea reflejado en la habitación de los chicos”

Carmen Ovejero habló con FM Fuego desde un lugar de profundo dolor y también de una enorme entereza. Tras la muerte de su hija Karina, y mientras su nieto Lautaro continúa internado en terapia intensiva, la familia comenzó a reorganizarse para cuidar a Dylan, el más pequeño de los hermanos, quien ya recibió el alta médica pero aún requiere cuidados especiales durante al menos tres meses.
“Dylan ya está de alta, hace como dos semanas. Está bien, necesita cuidados, pero está bien, gracias a Dios. Lauti es el que está todavía en terapia, su estado sigue siendo delicado”, explicó Carmen. Lautaro está internado en terapia pediátrica en el Hospital Regional Río Grande y, aunque aún no despierta, la familia mantiene la fe intacta: “Estamos todos dándole fuerzas y agradecemos que toda Río Grande está orando por él”.
A continuación, también explicó que, junto a la otra abuela del niño, están solicitando la tutela compartida de los menores. Sin embargo, para concretarlo, necesitan acondicionar la vivienda en la que se encuentra, que actualmente es una casa prestada y no cuenta con una habitación para los niños. “Yo tengo una piecita muy chiquita, apenas entro yo. Vamos a construir con lo que tenemos, por eso queremos mostrar todo lo que la gente donó, para que vean que se está usando como corresponde”.
La familia recibió apoyo de toda la comunidad. “Estamos muy agradecidas. Nos donaron dinero, materiales como durlock, camas con colchón y muchas cosas más. Gracias a todo eso, ya este fin de semana vamos a estar comprando lo que falta y la semana que viene comenzamos con la construcción”, aseguró. Los avances se publicarán a través de las redes sociales de Carmen Ovejero y de su hija Soledad Cabrera, para garantizar la transparencia y mostrar cómo se materializa el esfuerzo solidario de los riograndenses.
“Vamos a subir videos, mostrar lo que se compró, lo que se donó. No queremos pedir más. Queremos que lo que ya se donó se vea reflejado. Si después necesitamos algo más, ahí sí vamos a poner mi alias y mi CBU, para evitar confusiones y no generar dudas”, explicó, tras aclarar que una joven amiga de su hija, quien se ofreció a colaborar desde el inicio, fue la que recibió los aportes solidarios. “A ella le dijeron cosas feas que no merecía. Es una chica que conocemos de toda la vida y que estuvo con nosotros desde el minuto uno”.
Consultada sobre la vida cotidiana de Dylan, Carmen contó que el niño se encuentra al cuidado de la otra abuela, pero que va todos los días a su casa. “No se queda a dormir porque no tenemos la habitación. Pero ya lo vamos a resolver. A él le encantan los autos, los bichitos raros, todavía no sabemos bien sus personajes favoritos porque estamos aprendiendo, como abuelas, lo que antes sabía su mamá”.
Sobre el estado de salud de Lautaro, explicó que la semana pasada sufrió una convulsión de 50 minutos, lo que obligó a colocarle una válvula en el cerebro. “Ahora está respondiendo a eso. Tuvo más convulsiones, pero menores. Los médicos nos explicaron que una convulsión tan larga puede dejar secuelas, pero nosotros tenemos mucha fe en que se va a recuperar”.
Por otro lado, también destacó el trabajo del Hospital Regional Río Grande, “Los médicos, las enfermeras, todos. Desde los que limpian hasta los que cocinan, todos han sido muy humanos. Hay médicos que hasta han llorado con nosotros. Tenemos grandes profesionales en nuestro hospital y estamos muy agradecidos”.
Con respecto al acompañamiento emocional, explicó que recién ahora están comenzando a recibir apoyo psicológico. “La otra abuela ya empezó y yo tengo que sacar turno. Estamos haciendo lo que podemos. Nos abrazamos mucho, nos apoyamos. Lo importante es que estamos juntas y unidas, con toda la familia, para que los chicos salgan adelante”.
Finalmente, Carmen dejó un mensaje para la comunidad, “El amor es lo fundamental. Eso decimos siempre con la otra abuela. Ahora somos mamá y papá, y queremos darles lo mejor a nuestros nietos. Agradezco cada pañal, cada plato de comida, cada palabra de aliento. Río Grande no nos dejó solos, y eso no se olvida”.
El seguimiento de la construcción y los avances se podrán ver en las redes sociales de Carmen Ovejero y Soledad Cabrera, como forma de mantener informada a toda la comunidad que acompañó desde el primer momento. En caso de necesitar nuevamente colaboración, la familia lo informará públicamente y con absoluta transparencia.

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