Según detalló Solís, el presupuesto vigente aprobado por ordenanza del Concejo es de más de 1.800 millones, pero los ediles exigen un aumento. “Esto significaría que el Municipio tendría que achicar su propio presupuesto para expandir el del Concejo. Pretenden un aumento sin reparar de dónde saldrán los fondos ni cómo impactará en la comunidad”, advirtió.
En ese sentido, recordó que la situación económica del país y la provincia atraviesa un contexto crítico. “Hoy la coparticipación cayó, lo que obliga a redoblar los esfuerzos para sostener servicios esenciales. En vez de acompañar este momento difícil, nos encontramos con una exigencia que se aparta del marco legal y que sólo generaría un mayor conflicto de poder en lugar de soluciones”, sostuvo.
El funcionario señaló que, pese a las intimaciones recibidas mediante carta documento, desde el Municipio se convocó a una reunión de trabajo con el Concejo Deliberante. “Lamentablemente, los concejales no asistieron. Nos exigen mayores recursos pero no se sientan a dialogar sobre cómo atender esta exigencia ni sobre la necesidad de reestructurar sus propios gastos”, remarcó.
Para Solís, la finalidad del Ejecutivo no es únicamente cuestionar una herramienta legislativa, sino advertir el impacto concreto que tendría en la gestión municipal. “Un aumento de esta magnitud nos obligaría a recortar políticas públicas, ayudas sociales, distribución de leña o la prestación de servicios básicos. No vamos a permitir que decisiones inconsultas perjudiquen a los vecinos y vecinas de Tolhuin”, subrayó.
Finalmente, reiteró la voluntad de diálogo pero cuestionó la falta de compromiso del Concejo. “Estamos siempre abiertos a sentarnos en una mesa de trabajo seria y responsable. Lo que no aceptamos es una negación constante al diálogo, que en tiempos tan difíciles sólo entorpece y burocratiza aún más las gestiones. La obligación del Municipio es cuidar el presupuesto y garantizar que cada peso se traduzca en respuestas concretas para nuestra comunidad”, concluyó.