Daniel, de 53 años, llegó desde Córdoba hace 11 meses, motivado por una promesa laboral, pero esa oportunidad nunca se concretó.
En un primer momento, Daniel estuvo viviendo en la casa de su hermano, en calle Piedra Buena, siendo desalojado luego. “Estaba viviendo ahí, no una vez sino siete veces, no sé por qué. Era el único hermano que me quedaba. Yo le he ayudado también mucho, porque a mí no me gusta caer de arriba, pero acá no hay trabajo”, cuenta.
Sin un lugar donde quedarse ni dónde guardar sus cosas, pide colaboración: “Yo quisiera tener un lugar para sacar mis cosas, que me las quiere tirar, me las quiere sacar de ahí. Tengo ropa mía, de mis hijas, de mis hijos, que les he juntado acá para llevarles a Córdoba algún día”.
Daniel mantiene contacto frecuente con sus hijos, que son pequeños, y busca darles tranquilidad a pesar de la distancia. “Hablo con ellos, hago videollamadas para que vean que estoy bien, porque ellos ahora están sufriendo. Han visto la otra nota que salió todo ahí en Córdoba”.
Asegura que no consume alcohol ni drogas, y que solo desea un trabajo que le permita salir adelante. “Si hay alguno que pueda tener un trabajo, no sé, de sereno, lo que pueda, yo se lo voy a agradecer de corazón”, afirma.
Quienes deseen ayudarlo, ya sea con un empleo o algún tipo de colaboración, pueden contactarlo al número 351 519-2001 (característica de Córdoba).