En una nota para FM FUEGO, el delegado regional de SECASFPI, reveló lo que está sucediendo en las dependencias de todo el país, denunciando que oficinas enteras están siendo cerradas con desvinculaciones y despidos arbitrarios.

“A nivel nacional, venimos con despidos desde enero que fueron 460 personas y en esta segunda oleada estamos hablando casi de 1300 más, lo que nos da casi 2000 despidos de una planta que en su momento éramos 13 mil trabajadores”, dijo el referente de los trabajadores.

En ese marco, sostuvo que ya son evidentes las oficinas colapsadas por vecinas que buscan realizar sus trámites. “Esto lleva a que se resienta la atención al público y en la celeridad de los trámites. En nuestra regional particularmente tenemos el tema de las distancias y que hay oficinas intermedias, en donde en una oficina que eran 3 personas quedaron cerradas y no hay quien las atienda. Por ejemplo una persona de Pico Truncado tiene que hacer varios kilómetros hasta Caleta Olivia o de Gobernador Gregores a Rio Gallegos, y esto es algo engorroso cuando sabemos que en julio o junio transitar por nuestras rutas es toda una situación”.

Señaló que no se conocen los criterios para establecer las desvinculaciones, “En estos casos lo último que se está haciendo es ahorrar, porque una persona que despidieron que estaba contratada hasta diciembre de 2024, le tienen que pagar absolutamente todo hasta el último día de ese mes. Los contratos de ANSES fueron anuales, no es como otras reparticiones que se hicieron por 90 días. Y no solo que despidieron contratados sino a personal de planta permanente con años de antigüedad”.

“Nos entendemos la necesidad, si es para salir en la tapa de los diarios diciendo que echaron personas como lo vienen haciendo, porque parece que echar a la gente hoy es una virtud”, deslizó el delegado.

A partir de estos recortes, expresó los prejuicios que implica, “Detrás de cada persona hay una familia, con chicos, hay personal con tratamiento oncológico, en licencia por maternidad, incluido delegados gremiales en algunos lados, la preocupación es muy grande y no parece que hayan tenido un criterio de ningún modo”.

La novedad se conoció cuando los trabajadores se presentaron en sus puestos de trabajo en su horario correspondiente y se encuentran con que tienen bloqueado el acceso al sistema. “La totalidad de lo que se han dado cuenta que no podían ingresar al sistema, estaban presentes en las oficinas, porque también vienen con que son ñoquis. Se enteraron sin comunicación fehaciente que no podían entrar a los aplicativos, que no podían fichar sus salidas con la huella biométrica. Esta todo conectado en ANSES, los trabajadores estaban atendiendo al público”.

En el caso de Rio Grande comentó: “En la primera tanda hubieron dos despidos, uno de ellos planta permanente y en esta nueva oleada otros dos más. No hay criterios o un denominador común, los telegramas son todos despidos sin causa”.

De ese modo, el referente gremial sostuvo la firme sospecha de que se pretendería achicar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) a su mínima expresión.

“La tendencia es vaciar el organismo, decir que no se pueden pagar las prestaciones porque ahora también está el tema del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que hoy lo vienen dilapidando”. Para contextualizar, precisó de se trata, “Esto es como el ahorro que tenemos todos los argentinos para seguridad social, y que si hay un situación de crisis económica, esos fondos se pueden utilizar para pagar jubilaciones, asignación universal, familiar, etcétera”.

“Ahora, si ese fondo no tiene dinero, esas prestaciones no se van a poder dar, entonces lo que pasa es que se quiebra el sistema de la seguridad social, y detrás de eso conocemos la historia, aparecen las AFJP y los sistemas de capitalización privada, esto ya lo hemos vivido y muchas personas han sido damnificadas. Hoy una persona que se jubiló por AFJP no llega a $1200 por mes”, añadió.

“Estamos viviendo un momento muy difícil por eso intentamos no complicar la atención con la gente, pero de algún modo estamos haciendo intervenciones relámpagos, como asambleas cortas para explica lo que está pasando, porque no es solo que despiden a los compañeros, sino que en estas políticas de la motosierra también están los derechos de la propia gente”, arrojó.

“Hay todo un imaginario de que el empleado es un ñoqui, que esto y que lo otro, pero estoy garantizando que los que fueron despedidos se enteraron de esto atendiendo al público, seguramente a muchos de ellos ya los conocen, porque nuestra región tiene esa particularidad, vivimos en lugares chicos y nos conocemos todos”.

Es por ello que se refirió a las medidas que se están dando a conocer en las centrales con cárteles, “Poner los nombres en las oficinas nos pareció una buena idea para dar cuenta de que falta alguien que estaba atendiendo ayer y hoy ya no está, y es por eso que estamos demorando más en atender, porque faltan las personas en las oficinas”.