“Incertidumbre es la palabra más correcta para describir un estado de ánimo general, en cuanto a que hay alternativas políticas que en un principio se veían diametralmente opuestas, y hoy uno ve como que se trata de apaciguar el mensaje o reinterpretar lo que se dijo en las plataformas”, analizó Iglesias sobre el periodo electoral.

“Todo esto uno lo ve en el riesgo país, en el costo inflacionario, en la consultas permanentes que tenemos no solo entre comerciantes de la ciudad sino a nivel nacional con las instituciones que de alguna forma estamos representando o colaborando como es la Cámara Argentina de Comercio”, precisó.

Asimismo, resaltó algunos ejes de actual debate, “En nuestra cámara compartirnos que hay temas como la coparticipación federal, si la sacan y se nos cambia el índice, los regímenes de promoción, la soberanía, el puerto de Río Grande, los recursos offshore y su manejo en la distribución con mano de obra local, con inversiones locales, todo este tipo de cosas me parece que son ejes nacionales donde una elección de este tipo, se ha dado con un voto bronca porque no está el voto evaluación para ver que conviene por lo menos a nuestra ciudad o nuestra provincia”.

“Me parece que es un aspecto que todos deberían hacerse responsables y evaluar porque nosotros necesitamos desarrollar economía regional, necesitamos empleo, inversión e infraestructura, salud, de educación y las políticas de ese tipo generalmente se digital a nivel nacional, son temas que hay que corregir y buscar acuerdos”, sumó Iglesias.

Seguidamente habló sobre el panorama del comercio a nivel ciudad, “La facturación en términos históricos año con año en volumen de unidades ha caído, porque el consumo también ha caído. Evidentemente el consumidor se ve afectado por ahí por la posibilidad de no poder utilizar tanto la tarjeta”.

A esa situación le sumó el cierre de año y el tema de las vacaciones, “Los ahorros de ese tipo, el tema de los pasajes que también se ha incrementado por ahí no a valores internacionales pero si a valores comunes para la gente y la posibilidad de financiarlo con la tarjeta. Todas estas cosas en un esquema que trae incertidumbre, son todos problemas que en general el consumidor tiende a resolver de la forma que puede y la refinanciación de este tipo tiene un costo muy alto”.

“El sector privado somos los más castigados porque no podemos generar déficit, no podemos pagar con hacer promesas de pagos después, el tema que tenemos es la credibilidad. Si a nosotros se nos cae la cuenta corriente, entramos en el veraz y ya no somos financieramente creíbles para nuestros proveedores, entonces nos cuidamos con esmero en este tema de ser personas cumplidoras ante el esquema del sistema que se quiera”, dijo finalmente.