“Tierra del Fuego es una de las provincias más castigadas por el Gobierno nacional en todos los ámbitos, desde la quita de la obra pública, mantenimiento de rutas, planes y programas de ayuda social, y por si todo eso fuera poco, también se recortó la coparticipación”, expresó.
En este contexto de crisis, el informe nacional sobre el crecimiento del empleo privado formal fue puesto en duda. “Hemos hablado con todos los gremios y estamos al tanto de la cantidad de empleos que se perdieron en todos los sectores, UOCRA, Comercio; ni hablar del rubro textil, servicios, gastronomía, hay una contraposición muy visible a esos datos”, señaló.
En ese sentido, Castiglione destacó denuncias concretas, “Comercio denuncia más de 300 despidos; la UOCRA ha señalado que más del 80% de sus afiliados no tiene trabajo y que muchos ya se fueron de la provincia; y el sector petrolero señala que hay 500 trabajadores en la más absoluta incertidumbre a partir de la salida de YPF de la provincia”.
También se refirió a la figura del colaborador independiente, que definió como “una relación laboral encubierta”. Explicó que se trata de un acuerdo entre partes donde el trabajador es un monotributista, es decir, un cuentapropista, pero que en la práctica existe una relación laboral real. “No sabemos qué tratamiento se le da a esto y con ese criterio se genera cualquier tipo de acuerdo por la remuneración, la cantidad de horas de trabajo, quién pone la ropa de trabajo, quién se hace cargo en caso de accidente laboral”, indicó.
Expresó su preocupación por el uso de esta figura para acelerar el tratamiento de una reforma laboral y tributaria, respecto de los aportes laborales y otras cuestiones como el fin de las indemnizaciones por despido, que ya se está aplicando con el llamado Fondo de Cese. “Proponemos discutirla, pero en un marco de lógica donde no se pierdan los derechos laborales, una lógica que no sea siempre en contra del trabajador”, sostuvo.
Cuestionó las estadísticas nacionales y advirtió sobre la “contraposición visible” entre esos números y la situación real de los sectores económicos fueguinos. “La verdad es que esos datos no se condicen para nada con lo que vemos en la calle. No fueron elaborados por el INDEC, sino por el área de Trabajo de Nación, y no sabemos qué método están utilizando ni qué variables consideran”, dijo.
Según indicó la ministra, tanto los datos parciales del INDEC como la información brindada por los gremios reflejan una caída pronunciada del empleo en casi todas las actividades. Detalló que se han perdido empleos en construcción, comercio, servicios, gastronomía y textil. Como ejemplo concreto, mencionó que un multirubro ofrecía un solo puesto y se formó una cola de una cuadra.
Criticó además la forma en que el gobierno nacional impulsa la reforma laboral, sin diálogo ni participación federal. “En la última reunión del Consejo Federal del Trabajo dijimos que no conocemos ni una letra del proyecto. Las provincias no fuimos consultadas, y parece que se va a debatir solo entre quienes firmaron el pacto de mayo”, denunció.
Si bien reconoció que una actualización del marco normativo puede ser necesaria, enfatizó que no debe implicar pérdida de derechos. “Podemos discutir los cambios que hagan falta, pero con garantías para los trabajadores. Lo que se escucha hasta ahora es gravísimo: indemnizaciones en cuotas, fondos de cese optativos… Siempre en contra del más débil en la relación laboral”, remarcó.
Consultada sobre la posibilidad de que la provincia tome medidas para frenar estas políticas, fue clara, “Son normativas nacionales, las provincias no tenemos injerencia directa. Pero estamos en un panorama extremadamente complicado”.
Explicó que el freno total a la obra pública, el desfinanciamiento a las provincias, la caída del consumo interno y la decisión de no homologar paritarias que superen el 1% impactan directamente en la caída del empleo. “Es un ecosistema delicado donde la variable más débil sigue siendo el trabajador”, afirmó.
También advirtió sobre el debilitamiento institucional de la Secretaría de Trabajo de Nación, “Desarmaron áreas clave como la homologación de paritarias y la dirección de asuntos sindicales. El año que viene hay 1.500 elecciones sindicales y no hay estructura para sostener el proceso. Eso debilita el ecosistema sindical y afecta la representación de los trabajadores”.
Finalmente, Castiglione pidió una mirada integral sobre la situación laboral, “No se puede gobernar con una visión de ajuste permanente. Cada peso que no circula es un plato de comida menos, un comercio que cierra o un puesto de trabajo que se pierde. Hay que ampliar la mirada y proteger el mundo del trabajo”.
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