Desde ATE aseguran que las expectativas para esta instancia son altas, especialmente por el marcado deterioro del poder adquisitivo que vienen experimentando los trabajadores estatales. Margalot detalló que la inflación, que meses atrás rondaba el 2,4%, escaló al 3,7% en poco tiempo, a raíz de medidas económicas dispuestas por el gobierno nacional. “La liberación del cepo y la suba del dólar provocaron una nueva devaluación y esto se trasladó directamente a los precios”, señaló. El dirigente indicó que la canasta básica sufrió incrementos de hasta el 30% y que los salarios no alcanzan para cubrir las necesidades esenciales.
“Hoy un trabajador que cobra entre 900 mil y un millón de pesos apenas llega a pagar el alquiler, los servicios y la comida del mes. Ya no queda margen para cubrir otros gastos ni mucho menos para ahorrar. Y claramente no estamos hablando de sectores que puedan especular con el dólar, como se pretende instalar desde algunos discursos”, remarcó Margalot.
En ese marco, el sindicato espera que el Ejecutivo reconozca la gravedad del contexto y actualice los salarios en función de estos nuevos índices. “La inflación no solo se duplicó, sino que probablemente siga aumentando en los próximos meses. Por eso, vamos a plantear con firmeza la necesidad de una recomposición real que refleje esta situación. El salario debe recuperar capacidad de compra, y para eso es imprescindible que se escuche la voz de los trabajadores en esta mesa”, concluyó.
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