Tierra del Fuego dio un nuevo paso en el fortalecimiento de su matriz productiva con el envío de 10 toneladas de mejillones de cultivo a la ciudad de Buenos Aires. La operatoria, realizada por la empresa Pesantar – Newsan Food, se enmarca en un proyecto acuícola que ya alcanzó un total de 66 toneladas cosechadas y elaboradas íntegramente en la provincia.
En una entrevista con FM FUEGO, el subsecretario de Coordinación Pesquera y Acuícola, Diego Marzioni, explicó que esta iniciativa no solo busca diversificar la economía fueguina, sino también consolidar un modelo de desarrollo integral: “Lo que estamos haciendo es transformar un recurso natural en beneficio social, económico y ambiental. Ya no se trata de extraer mejillones y enviarlos sin valor agregado; ahora todo el proceso se hace en la provincia, desde el cultivo hasta el envasado final”.
Según detalló, este esquema de trabajo permite ampliar significativamente el impacto local de la actividad. “Si solo hiciéramos la primera etapa, estaríamos hablando de unos 40 o 50 puestos de trabajo. Pero al integrar todo el circuito productivo ya tenemos entre 100 y 110 personas contratadas directamente, y si sumamos logística, transporte, certificaciones y otros servicios, llegamos a entre 150 y 180 puestos de trabajo directos e indirectos”, precisó.
Parte de ese empleo se concentra en Puerto Almanza, donde la actividad requiere presencia constante. “Allí viven y trabajan de lunes a sábado unas 30 personas. La acuicultura es una actividad que no se puede frenar ni un día. Se trabaja de lunes a lunes, y eso también dinamiza la economía de la zona”, señaló.
El funcionario recalcó que el proyecto implica una mirada estratégica, “Estamos acostumbrados a exportar materia prima con un mínimo proceso. Pero acá dijimos: si vas a acceder a un recurso de excelencia como el que tiene el mar fueguino, entonces también tenés que invertir en toda la cadena de valor dentro de la provincia”.
Los mejillones fueguinos ya se comercializan en góndolas de Buenos Aires y Mar del Plata, con un alto nivel de aceptación. “Hemos hecho degustaciones y la calidad fue destacada en todos los casos. Es un producto competitivo, que se cocina en 10 o 15 minutos y está listo para consumir. Queremos que reemplace importaciones, porque hoy el 80 o 90% de los mejillones que se venden en Argentina provienen de Chile y son de menor calidad”, afirmó.
A futuro, la meta es ampliar la distribución nacional y comenzar a exportar. “Hay mercados muy interesantes como Brasil, Ecuador y Perú. Ya hemos hecho presentaciones en ferias internacionales y la recepción fue excelente”, agregó.
Marzioni también hizo hincapié en que el proyecto debe respetar tres ejes fundamentales: lo ambiental, lo social y lo económico, en un delicado equilibrio. “Si un proyecto solo busca rentabilidad, lo hace a costa del ambiente o de lo social. Por eso decimos que estas tres variables deben estar siempre en armonía”, remarcó.
Además, planteó que el desarrollo debe ser progresivo y participativo, “No podemos sobreexplotar un recurso desde el inicio. Tiene que ser escalonado, con control ambiental y con beneficios que se reflejen también en infraestructura, en calidad de vida y en servicios para comunidades como Almanza”.
Finalmente, sostuvo que Tierra del Fuego tiene condiciones excepcionales para este tipo de producción, “Tenemos un entorno ambiental y sanitario único. Si hacemos las cosas bien desde el principio, podemos lograr un desarrollo sostenible que sea un verdadero ejemplo para el país”, concluyó.
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