Le contó a FUEGO MOTOR como fue ese paso, “siempre quise correr, pero no podía, cuando me jubilé quedaron unos extras y ahí compramos un auto con ´Cachete´ (Díaz), lo rompimos y ahora se armó otro”.“A éste último lo armamos de cero, -continuó diciendo Olmos-, siempre teniendo muy en cuenta el tema de seguridad. Lo probé en el Súper Especial que corrí con mi nieto Agustín, me gustó muchísimo y quedé conforme con el rendimiento del auto”.También Olmos habló sobre cómo van a encarar la edición N° 50 del Gran Premio de la Hermandad, “de Río Grande a Porvenir maneja Cachete (Díaz) y en la segunda etapa lo hago yo, siempre con el legado de la Peña Don Juan”.En el final, Carlos Olmos expresó, “en el último feriado largo hicimos hoja de ruta, obviamente que utilizamos el sistema viejo, hicimos un repaso y vimos que está bien. Nunca pudimos terminar un GPH, así que esta vez lo queremos lograr”.