El conflicto, que se extiende desde hace semanas, también contempla el pedido de mejoras en los montos percibidos por guardias, así como la incorporación de ítems que actualmente excluyen a buena parte del personal profesional del sistema sanitario. Según remarcaron, esta situación genera un trato desigual dentro del propio sector salud, ya que esos beneficios sí se aplican a otros trabajadores del área.

Actualmente, en ciudades como Río Grande se sostiene la reducción en la atención de consultorios, mientras que en Ushuaia las medidas se limitan a retenciones de dos horas. No obstante, no se descarta avanzar con un paro de 48 horas en los próximos días si continúa la falta de soluciones.

Desde el sector expresaron que, hasta el momento, las acciones de protesta, como paros y concentraciones frente al Ministerio de Salud, no tuvieron respuesta oficial ni generaron señales de apertura al diálogo. La exclusión de los profesionales de la salud de las mesas paritarias, de las que solo participan ATSA y ATE, es una de las principales preocupaciones.

Advirtieron, además, que esta situación impacta de forma directa en el funcionamiento del sistema público, en especial por la dificultad de retener profesionales. En muchos casos, optan por migrar al sector privado, incluso antes de firmar contrato, debido a la baja competitividad de las condiciones ofrecidas por el Estado.