El hotel, valuado en $108 millones y administrado históricamente por Lázaro Báez, permanece cerrado desde 2016 tras una obra inconclusa y en estado de abandono. La ocupación comenzó con dos familias y hoy incluye 34 grupos familiares, entre ellos 30 menores y personas con problemas de salud.
El inmueble forma parte de los bienes investigados en causas por lavado de dinero y está incluido en la causa Vialidad, cuyo juicio se espera para el año próximo.
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