“Conforme con todos los trabajos de la comisión y el personal público en general que colabora siempre, haciéndose socios o concurriendo a la biblioteca a utilizar todo lo que brindamos”, comenzó diciendo el presidente de la institución.

Asimismo, contó que la biblioteca, ubicada en San Martín 438, nació a través de una donación efectuada por Eduardo Schmidt y su esposa Isabel. “El espacio fue donado en aquellos tiempos por una familia inmigrante que se radicó en Tierra del Fuego, hizo sus propiedades en la zona rural e hizo crecer y ordenar un poco los terrenos que eran desiertos. Debido a circunstancias familiares optaron por regresar a su lugar de origen que era Europa”.

Los acontecimientos, indican que los Schmidt compartieron muebles, útiles, diferentes objetos y estanterías que le pertenecieron a su difunto hijo, elementos que aún perduran en la Biblioteca Popular. Luego de dejar su hogar, -espacio que con los años sería visitado por varias generaciones de vecinos riograndenses-, partieron a Europa.

“La mayor parte de esto ya estaba armado y lo donaron para biblioteca en 1953, en ese entonces llamaron a las autoridades que regían en la localidad y la propuesta fue aceptada, Inclusive han dejado muchos libros que actualmente tenemos encuadernados para cuidarlos”, añadió el presidente.

Por otro lado, la tesorera Alcira Gorosito destacó, “Era también un legado que tenía que seguir estando sin modificar nada, solamente por supuesto a través del tiempo nosotros hemos cambiado las ventanas, hemos pintado y los frentes se han modificado bastante. Pero era cosa prioritaria de que siempre sea una biblioteca pública”.

Respecto a cómo funciona actualmente y el número de socios que la componen explicó, “Brindamos el espacio y los chicos vienen y estudian, consultan los libros y eso es muy importante porque vemos que continúa el interés”, dijo sobre esta opción frente al avance agigantado de la tecnología. “La gente viene a leer y se lleva libros, si tenemos libros repetidos se los damos. Hemos llevado a escuelas y en otros momentos llevábamos también a escuelas de frontera”.

“Prevalece el libro totalmente, después se hacen reuniones sociales, como un café de poetas o viene gente que quiere exponer un libro que escribió. La actividad de la biblioteca no se pierde nunca, vienen muchos chicos, adolescentes y adultos a estudiar. Hay 3900 socios en general y activo hay casi 300 personas que vienen anualmente, la biblioteca tiene 43.000 libros de todas las materias desde al jardín hasta universitario y este año se incorporaron dos computadoras para los asistentes”, indicó finalmente Alcira.