La Policía Civil abrió una investigación por daño al patrimonio cultural, ya que el monumento está protegido por la Arquidiócesis de Río de Janeiro. Agentes solicitaron las grabaciones de las cámaras de seguridad del sitio para determinar responsabilidades.
El guía turístico David Moreira Figueiredo, testigo, lo grabó parcialmente con un dron. El caso sigue bajo investigación y los responsables podrían enfrentar sanciones legales.
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