
Fue una madre quien detectó el contenido del audio y elevó el reclamo a las autoridades escolares, tras identificar un grupo de WhatsApp en el que los estudiantes usaban como imagen de perfil una cruz svástica. El mensaje, pronunciado por un alumno de segundo año, planteaba una escena ficticia de violencia extrema: “Chicos, yo y (nombra a otro estudiante)… estuvimos planeando algo. No vengan el viernes, va a haber tiroteo, y depende de cuántas muertes sean las de ustedes, vamos a ver si nos matamos o no”.
Sin embargo, la intervención policial no se originó por una denuncia de la institución, sino a partir de la viralización del audio y la intervención directa de autoridades provinciales el miércoles 11 de junio. Fue recién entonces que se desplegó un operativo de contención e investigación por parte de la policía y el Ministerio de Educación.
Los padres presentes hoy exigen explicaciones sobre por qué no se actuó con mayor celeridad ante una amenaza de tal gravedad, destacando que fue gracias al aviso de una madre y no a un protocolo institucional que se evitó una escalada mayor. Además, remarcan que el accionar inicial de los directivos fue “tibio” y que la situación podría haber sido tratada de forma más responsable desde el primer momento.
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