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"Me animé a ser gasista porque es lo que me gusta y quiero demostrar que se puede"

Agustina Iglesias, de apenas 23 años, abrió su camino en un rubro históricamente masculino: es gasista matriculada y Maestra Mayor de Obras, egresada de la CPET de Río Grande. “Desde que estuve en la escuela le hacía los planos a mi papá, que también es gasista, y cuando me recibí supe que ese era mi camino”, explicó en diálogo con FM Fuego, donde contó su experiencia como joven emprendedora.

Agustina, de 23 años recién cumplidos, contó que la pasión por la profesión le llegó desde la familia, ya que su padre también es gasista. “Todo viene a raíz de eso. Mi papá es gasista y desde chica fui creciendo con esa pasión. Él me ayudó muchísimo para que pudiera estudiar en una escuela técnica, adquirir los conocimientos y matricularme como profesional”, relató.

Recordó que desde sus años de estudiante ya se involucraba en la actividad: “Cuando estaba en la escuela le hacía los planos y empecé a meterme en todo lo relacionado con las obras. Una vez que me recibí, supe que ese era mi camino y que quería dedicarme a esto”.

Consultada sobre cómo vivió el hecho de seguir los pasos de su padre en un rubro históricamente masculinizado, la joven reconoció, “Se entiende la sorpresa, pero esto es lo que me gusta y lo que me impulsa a seguir en este oficio. Muchas veces me pasó que, al ver que soy mujer, algunos clientes optaron por no contratarme. Pero también me encontré con mucha gente que se sorprende, que me felicita y me apoya, así que hay un poco de todo, más que nada teniendo en cuenta la edad que tengo”.

En cuanto a la formación recibida en la CPET, destacó la importancia de esa etapa para su desarrollo profesional. “La escuela me ayudó muchísimo para meterme en todo lo relacionado con la obra, tanto en conocimientos teóricos como en la parte técnica. Después, obviamente, cuando salís de la escuela te encontrás con la realidad de la calle, de la obra, y ahí ya es cuestión de ponerle muchas ganas, seguir estudiando e interiorizarte cada vez más. La escuela te da una base muy buena, pero después está el desafío diario de enfrentarte al trabajo real”.

Al hablar sobre la reacción de su familia al enterarse de su decisión de seguir la misma profesión, comentó: “Mi papá es gasista y mi mamá, que ahora está retirada, fue policía. Ellos tienen muy incorporado todo lo relacionado con el trabajo, por lo que para ellos fue algo totalmente natural. Viniendo de una escuela técnica y con mi papá trabajando en esto, sabían que me apasionaba, así que lo tomaron con total normalidad. Siempre me incentivaron a seguir adelante. Igual, en el día a día te enfrentas a muchas situaciones que te hacen replantearte si seguir o no, pero ellos siempre me apoyan y están muy contentos con lo que hago”.

Con relación a qué fue lo primero que notó al comenzar con este trabajo, agregó, “Al principio empecé con los conocimientos de mi papá, todo lo que pude aprender de él. Pero día a día voy adquiriendo más experiencia. Al principio fue un poco chocante, pero gracias a Dios tengo un buen carácter, así que siempre trataba de dar lo mejor de mí y no dejarme afectar por los comentarios”.

Recordó una situación en la que una señora la menospreció, pero no se dejó vencer, “Le dije que sabía lo que estaba haciendo, que podía. Al final del trabajo, la señora me pidió disculpas, pero yo le respondí que no hacía falta, porque con mi trabajo es como yo respondo. Siempre trato de ser prolija y responsable. Me tomo el tiempo necesario y, cuando termino, dejo un informe con fotos del antes y después para garantizar que el trabajo esté bien hecho y gracias a eso es que no tengo quejas ni nada por el estilo”.

"Desde el 2021, me matriculé, completé todos los requisitos de Camuzzi y empecé a ofrecer mis servicios de manera independiente. Fue entonces cuando decidí crear mi empresa, 'Del Fuego Servicios', junto a mi pareja. Nos dedicamos al mantenimiento general, aunque mi especialidad siempre es el gas", expresó.

Por último, destacó que aunque en un principio se enfocaron en mantenimiento, también realizan obras desde cero, gestionando tanto los trámites iniciales ante Camuzzi como la mano de obra. A pesar de ser una empresa chica, con solo dos personas, Agustina aseguró que se mantienen activos y comprometidos con la calidad de su trabajo, logrando siempre la satisfacción de los clientes. "La gente siempre queda muy contenta con lo que hacemos", finalizó.

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