El acusado admitió su responsabilidad en un juicio abreviado, lo que evitó su ingreso a prisión. Además, debió pagar una multa de $10.000 por portación ilegal de armas. La jueza Mabel Goya ordenó el decomiso de un revólver encontrado en su vivienda del barrio Las Bebidas.
El hecho ocurrió el pasado viernes 1 de agosto, cuando Salem llamó a las autoridades y expresó: “Hemos puesto un artefacto explosivo ahí en el estadio porque no queremos que actúe esa negra p… kirchnerista. De ustedes depende que no salga gente lastimada…”.
Tras las verificaciones de seguridad, se descartó la presencia de explosivos y el espectáculo comenzó a las 22.30, como estaba previsto. La detención se concretó el miércoles siguiente en su domicilio de Rivadavia, donde se secuestró un arma calibre 22. Los fiscales Alejandro Mattar e Ignacio Achem impulsaron el allanamiento y formularon cargos por intimidación pública.
Luego del recital, Lali relató a América TV: "Lo vivimos con tranquilidad porque nos quedamos ahí, esperando que nos den información, con el equipo, los bailarines y la producción, confiando en que la seguridad estaba haciendo lo que tenía que hacer".
Contó además que le ofrecieron retirarse, pero decidió permanecer en el lugar: "Me parecía que teníamos que estar ahí como la gente". "Cuando me dieron el ok, me preguntaron si quería dar el show igual y yo, no sé si me sentía segura, pero sí acompañada", añadió.
Sobre la amenaza, Espósito manifestó que “impacta escuchar a una persona con ese nivel, tan corrido” y remarcó que no lo toma de manera personal. “Habla de una época, de un modo que se instala. Cuando hablamos de discursos de odio, es esto”, afirmó, y concluyó: “Cuando uno dice: 'guarda con los discursos de odio', que bajan de arriba siempre, esto es lo que pasa, gente como uno que cree que responde a una ideología".
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